Las prácticas de sexualidad como kunfu sex o kung fu sexual no se han considerado prácticas comunes en la sociedad occidental, y muchas personas podrían pensar que son algo novedoso o incluso extraño. Sin embargo, este tipo de técnicas se basan en una tradición milenaria de la cultura china que busca optimizar la energía vital del cuerpo y, a su vez, profundizar en el autoconocimiento a través del sexo.
Encontrar un método para liberarse del agotamiento sexual en situaciones cotidianas, ya sea por el estrés o la rutina, y aprovechar las oportunidades de disfrutar de una experiencia más arrolladora y consciente es lo que propone este enfoque. Un ejemplo es el de José Toirán, quien ha desarrollado su propio método de “kunfu sex”, inspirados en los conocimientos del maestro Mantak Chia, quien lo fusiona con la idea de «deidad del sexo». Esto se traduce en prácticas que combinan técnicas de respiración y posturas para liberar esta energía vital y abrir nuevas vías de autoconocimiento.
Las personas que deseen explorar este tipo de técnicas deben hacerlo con conocimiento e precaución y siempre bajo la guía de un experto, como José Toirán o Mantak Chia, quienes pueden brindar el apoyo y los conocimientos necesarios para avanzar en el camino del kung fu sexual.
Descripción del «Kung fu sexual»
El «kung fu sexual» busca optimizar la energía vital del cuerpo a través de técnicas específicas que se inspiran en esta tradición milenaria china. Se basa en la idea de aprovechar la energía perdida durante las etapas de eyaculación masculina y menstruaciones femenina, liberando así una poderosa fuente de energía vital para el individuo. La práctica combina técnicas de respiración y posturas con el objetivo de desbloquear los canales de energía sexual y conectar de forma más profunda con el propio cuerpo e interior.
Esta técnica busca integrar la sexualidad no solo como una actividad física sino también como una oportunidad para explorar el autoconocimiento. Se enfoca en un proceso de liberación y transformación mediante técnicas que permiten a las personas aumentar su dominio y autocontrol durante relaciones sexuales, lo que puede generar una mayor satisfacción y conexión con sus parejas.
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Beneficios según Toirán
Según José Toirán, el «kung fu sexual» transformación personal que no se limita únicamente a la esfera sexual. De acuerdo con él, esta práctica trae consigo un conjunto de beneficios significativos en la vida interna de las personas que la practican:
- Mayor autoconocimiento: La activación del flujo energético permite percibir y entender mejor el cuerpo, sus funciones y necesidades.
- Intensidad emocional y espiritual: El contacto entre cuerpo y energía sexual puede liberar una conexión profunda con la propia energía vital, lo que puede traducirse en un mayor estado de conciencia de sí mismo y conexión con su humanidad.
- Comunicación sexual más satisfactoria: Al conectar con el flujo energético dentro del propio cuerpo, las personas pueden potenciar su experiencia sexual, lo que puede llevar a una conexión más profunda y satisfactoria con sus parejas.
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Origen e influencia personal de Mantak Chia
El «kunfu sex» como lo explora José Toirán, está inspirado por la filosofía de Mantak Chia, un maestro y practicante taoísta que revolucionó el mundo de la sexualidad desde una perspectiva holística. Chia, a través de la “deidad del sexo”, fusionó la sabiduría ancestral china con su propia experiencia personal para crear un marco teorico-práctico que buscaba desentrañar el potencial sexual como un camino al autoconocimiento.
Mantak Chia expuso sus ideas sobre la sexualidad como una herramienta crucial para desbloquear la energía vital y una manera de conectar con el poder de uno mismo, lo que lleva a una mayor sabiduría interior. Su legado ha inspirado otros pensadores y practicantes a través de la creación de comunidades que promueven la aplicación de estos métodos en las personas, incluyendo a José Toirán, quien se encarga de transmitir sus conocimientos a través de sus propias enseñanzas.
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Técnicas involucradas en la práctica
La práctica del «kung fu sexual» reúne prácticas que combinan técnicas de respiración y posturas para liberar la energía sexual y abrir nuevas vías de autoconocimiento. Estas técnicas, según José Toirán y Mantak Chia, se basan en una profunda sabiduría ancestral china que busca optimizar el flujo energético dentro del cuerpo.
Estas técnicas se basan en la práctica de respiración controlada durante las posturas, lo que ayuda a fluir energía vital con mayor facilidad. Además, se incluyen posturas que buscan liberar tensiones acumuladas a nivel físico para aumentar la conexión entre cuerpo y mente, al mismo tiempo que promueven una experiencia más profunda de la sexualidad y el autoconocimiento.
Un ejemplo son las posturas taoístas como:
- Postura del dragón: En esta postura se busca liberar tensiones en la columna vertebral, permitiendo un flujo energético más fluido entre áreas vitales del cuerpo.
- Postura de la crane: En la crane, que se sitúa sobre el punto que conecta el interior con el exterior de la persona (el chakra del corazón), se busca liberar la energía vital y conectar la sexualidad a una mayor conciencia social.
Importancia del autocontrol y dominio
La práctica del «kung fu sexual» no solo busca liberar la energía sexual, sino también trabajar en conjunto con la consciencia corporal para que el individuo pueda dominar su propio comportamiento sexual. José Toirán enfatiza que la disciplina personal es fundamental para lograr un mayor dominio de las propias emociones y experiencias de placer dentro del contexto mismo de la sexualidad. En este aspecto, se busca desarrollar autocontrol a través de la práctica constante en la vida diaria, lo que permite al individuo controlar el propio ritmo y disfrutar de una mayor conexión con el deseo y lo sexual sin llegar a perder el control. Es decir, dominio no solo dentro del acto sexual, sino también en la comprensión y regulación de las emociones relacionadas con el mismo.
Impacto positivo durante la vida interior
A través del «kung fu sexual«, el usuario de este sistema se abre camino a experiencias más positivas dentro de sí mismo, que además se traducen en una mayor claridad emocional y entendimiento de lo que realmente busca dentro de su cuerpo. Esta práctica no solo afecta al ámbito íntimo, sino que también tiene un impacto positivo como parte integral de la vida interior:
- Mayor conciencia: El contacto con la energía vital durante las prácticas del «kung fu sexual» promueve una mayor comprensión de los propios sentidos y del propio cuerpo, incluyendo el flujo energético con el entorno.
- Desarrollo psicológico: Al explorar las emociones en conexión al cuerpo, se pueden observar cambios positivos como un mayor control de la ansiedad o la autoestima, así como una mayor conexión emocional con sí mismo. Esta experiencia interior es vital para el desarrollo personal del individuo.
Mayor autoexpresión: Comprender que los deseos del cuerpo y sus señales son claves para expresar adecuadamente las necesidades humanas y poder realizar una vida más completa desde un punto de vista sexual.
Estas experiencias positivas, pueden traducirse en una mayor confianza en sí mismo, así como una conexión más profunda consigo mismo y con el mundo a su alrededor.
Conclusión
El «kung fu sexual» es mucho más que una simple práctica sexual, al contrario, se trata de una forma de conectar con la energía vital del cuerpo a través del arte sexual en un viaje hacia la autoexpresión y el autoconocimiento. A nivel físico y emocional, este enfoque busca desbloquear el flujo energético interior y liberar toda la fuerza y emoción disponible en el cuerpo humano, abriendo paso a la liberación personal y una comprensión profunda de sí mismo.
Un viaje hacia un mayor control de las emociones, la conexión con el propio cuerpo y una vida más plena es lo que se busca al aprender este tipo de práctica. De esta forma, podemos acceder a una mayor intimidad que va más allá del acto sexual, abriendo las puertas a una vida más abierta, consciente y conectada.
